El bajo que Paco y Veva han alquilado es realmente una ruina. Intentan arreglar los desperfectos con ayuda de sus amigos, pero el resultado es desastroso. La madre de Paco y la de Veva se meten donde no las llaman y, cada una por su cuenta, tratan de poner orden en esa casa horrible que han alquilado los chicos.