Homer se convierte en el entrenador de Los Gatos Salvajes de Springfield, un equipo infantil de fútbol americano en el que juega Bart, tras hacer que Ned Flanders dimita. Homer, intentando hacer que Bart se sienta útil para los deportes, le hace quarterback titular en lugar de Nelson, que ocupa mucho mejor esa plaza, lo que ocasionará problemas en el equipo.